los esfuerzos para que nos quieran no sirven de mucho
-Quiero comprar esta postal para mandarle a la tía Valeria. [...]
-Quiero comprar esta postal para mandarle a la tía Valeria. [...]
«A veces una batalla lo decide todo, y a veces [...]
¿Cómo estás con tu marido?, quiso saber el Maestro. -Todo [...]
Estamos llenos de contradicciones. Pretender evitarlas, es evitar la vida misma. Nos quedamos encerrados en nuestra rigidez y lo políticamente correcto. La única coherencia a la que estamos llamados es a ser auténticos. Lo demás... que se hagan cargo los demás.
Dos problemas tiene la vida: no conseguir lo que queremos, y conseguir lo que queremos.... Muchas veces nos obsesionamos en imitar a ciertas personas, ignorado que una cosa es la vida que exhiben, y otra distinta es la vida real que llevan.
Aquellos que dan esperando recibir, terminan decepcionados.
Solemos recorrer un camino muy largo para recién darnos cuenta que lo que despreciábamos al principio, no era tan malo. Dicen que felicidad es bastantidad. Para eso es imprescindible ver la realidad como es y dejar de correr tras espejismos.
Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de la muerte, decía el poeta Almafuerte. No habrá chances de curarnos un tiempo antes, de aprender a vivir un par de décadas antes?
Las crisis nos interpelan. Nos ponen a prueba para que desarrollemos nuestros recursos y crezcamos. Los hijos son una gran oportunidad para hacerlo, y además de ayudarlos a crecer a ellos, reparar nuestro pasado.
Tendemos a idealizar nuestro pasado. Sin embargo, no fue tan perfecto, solo que a la distancia negamos los problemas que teníamos y pareciera que todo estaba perfecto... Curiosamente, cuando ese pasado era presente, no éramos tan felices, ni nos sentíamos tan bien...