Dejá que el tigre vuelva a su guarida
Todos en el fondo somos niños ofendidos y enojados, esperando [...]
Todos en el fondo somos niños ofendidos y enojados, esperando [...]
Nuestro sufrimiento suele ser proporcional a nuestras fantasías. Cuanto mejor nos relacionamos con la realidad, mejor viviremos. De lo contrario, como decía Ortega y Gasset, "toda realidad ignorada urde su propia venganza"....
Nuestros hijos son un gran espejo en el que, a [...]
Descubrir los límites propios y externos es todo un desafío. Hacer un esfuerzo adicional en percibir la realidad es el mejor camino para disminuir los costos de nuestros aprendizajes.
Solemos recorrer un camino muy largo para recién darnos cuenta que lo que despreciábamos al principio, no era tan malo. Dicen que felicidad es bastantidad. Para eso es imprescindible ver la realidad como es y dejar de correr tras espejismos.
Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de la muerte, decía el poeta Almafuerte. No habrá chances de curarnos un tiempo antes, de aprender a vivir un par de décadas antes?
A nadie le gusta que le impongan las cosas. Por lo general, los rechazos tienen más que ver con las formas en que pretendemos imponer las cosas, que con lo que queremos hacer en sí. Por eso, tanto sea con el prójimo o con nosotros mismos, tenemos que aprender a hacerlo con delicadeza.
La vida nunca entra en los moldes en que la queremos meter. La pareja tampoco. Nadie sabe cuál es su mapa, pero todos estamos llamados a recorrer nuestro propio camino.
Las crisis nos interpelan. Nos ponen a prueba para que desarrollemos nuestros recursos y crezcamos. Los hijos son una gran oportunidad para hacerlo, y además de ayudarlos a crecer a ellos, reparar nuestro pasado.
Solo mirando nuestros dolores a los ojos podremos sanarlos. Aún los intolerables deben ser enfrentados, como único camino para que finalmente, al ser recibidos, podamos recuperar la paz.