Mentime que me gusta
Hay verdades que son difíciles de decir. Y más difíciles de escuchar.
Hay verdades que son difíciles de decir. Y más difíciles de escuchar.
El mal forma parte de nuestra vida. Cuanto antes lo aceptemos, menos nos condicionará.
Todos tenemos importantes áreas oscuras. Cuanto antes lo aceptemos, más chances tendremos de conocer cuáles son, y que nuestra vida crezca en paz y sentido.
La principal causa de separación no es la infidelidad; sino la inmadurez. Una pareja con un miembro inmaduro, es muy inestable. Si los dos son inmaduros, directamente no es una pareja.
Hay momentos en la vida en los que ni siquiera sabemos qué es lo mejor para nosotros. Por eso, el desafío es poder elegir lo que sentimos como verdadero, aunque sea un camino mucho más difícil. Y luego, dejar el resultado en manos de Dios.
Tenemos que aprender a vivir nuestra propia vida. Muchos nos pueden aconsejar y orientar. Pero las grandes respuestas solo están en nuestro interior.
Es muy difícil tener una relación de intimidad y conexión con una persona sin ser capaz de mostrarse tal cual uno es.
Tenemos que entender que somos seres contradictorios. Negar nuestras áreas oscuras es rechazarnos a nosotros mismos. Y una buena vida requiere que digamos sí a lo que somos.
Sin verdad no hay libertad. Sin libertad, no hay amor. Y sin amor, no hay vitalidad ni vida.
Por lo general los dilemas ofrecen dos alternativas que son falsas. Hay que aprender a ver más allá de ellas.