el camaleón
Nos pasamos la vida tratando de ser otros. Nos frustramos, agotamos y pese a todo seguimos insistiendo. Como si a alguien realmente le importara. Como si la recompensa de ser otro fuera mayor al dolor de negar quienes somos.
Nos pasamos la vida tratando de ser otros. Nos frustramos, agotamos y pese a todo seguimos insistiendo. Como si a alguien realmente le importara. Como si la recompensa de ser otro fuera mayor al dolor de negar quienes somos.
Te gustaría que te comprendieran incondicionalmente? Serías capaz de comprender incondicionalmente? Se necesita mucha misericordia (con uno y con los demás) para poder vivir.
Solemos tardar muchos años en animarnos a mostrarnos como somos. Equivocadamente creemos que el costo de ocultar nuestro verdadero ser es menor que el de arriesgarnos a ser rechazados. Sin embargo, ocurre todo lo contrario. Después de décadas de sufrir, comenzamos a considerar la opción de ser quienes somos.
Nos puede tomar décadas comprender que es lo que vinimos a hacer a esta vida. Las experiencias fuertes nos marcan para siempre y condicionan y determinan nuestra vocación. Pero la vida, nunca se la comprender mirando hacia el futuro, sino solo cuando miramos para atrás
El mayor riesgo que podemos correr es tratar de ser alguien que no somos. Eso es débil, porque no es auténtico. Nada más potente y consistente que ser quienes somos.