Pecar o no pecar
Por lo general los dilemas ofrecen dos alternativas que son falsas. Hay que aprender a ver más allá de ellas.
Por lo general los dilemas ofrecen dos alternativas que son falsas. Hay que aprender a ver más allá de ellas.
¿Qué pasaría si alguna de las ideas sobre las que construimos nuestras vidas, no se ajustaran a la realidad?
Solo cuando asumimos nuestra impotencia y nuestro fracaso, la vida puede ingresar en nuestro corazón y empezar a modelarlo.
Estamos llamados a caminar. Aunque tengamos miedo o no tengamos claro si la dirección es la correcta
Así como leer no es aprender, escuchar no es tomar conciencia. Para eso es necesario involucrar a todo nuestro ser en una situación. Y cuando eso ocurre, nos ponemos en marcha.
La vida es paradójica y cambiante. Muchas veces, no podemos seguir lo que piden nuestros sentimientos. Y eso a veces, es una suerte.
Si tuvieras que elegir entre ser feliz, o que tu ex que te abandonó tenga una vida miserable; ¿qué elegirías?
¿Creo en lo que hago? Y si no creo; ¿por qué lo hago?
Si la realidad no se puede tapar, es mejor enfrentarla. Y si se puede tapar, también es mejor enfrentarla.
A veces nos hundimos en agujeros negros. En esos momentos lo único importante no es pensar en cómo salir, sino en tomar la determinación de hacerlo.