¿Cuándo es momento de soltar lo que se fue?
La vida cambia. A veces de golpe, a veces paulatinamente. Tenemos que aprender a soltar aquello que se volvió pasado, tan pronto lo confirmamos.
La vida cambia. A veces de golpe, a veces paulatinamente. Tenemos que aprender a soltar aquello que se volvió pasado, tan pronto lo confirmamos.
El cambio no puede forzarse. El cambio sucede. Cuanto más nos forzamos y violentamos a cambiar, más atrapados quedamos. En el fondo, lo que nos ata es el rechazo y la violencia contra nosotros mismos.
El amor no es algo a merecer. Que requiera esfuerzo no implica que lo degrademos en un intercambio casi comercial.
El paso del tiempo nos enseña que no somos inmortales. El desafío no consiste en evitar envejecer (imposible) sino en tomar la vida con alegría.
Hay veces en donde el único lenguaje posible es el afecto sincero.
La principal causa de separación no es la infidelidad; sino la inmadurez. Una pareja con un miembro inmaduro, es muy inestable. Si los dos son inmaduros, directamente no es una pareja.
Tenemos miedo a salirnos de ciertos sistemas de protección. Un matrimonio, una familia con un padre fuerte, un empleo, una religión. Pero el precio que pagamos por esa seguridad es altísimo.
Nuestro corazón posee la información más importante de nuestra vida. No es posible ser felices ignorándolo. Y sin embargo, nos cuesta tanto entenderlo...
Los amores prohibidos, más allá de ser una amenaza que pueda destruir nuestra vida tal como la conocíamos, pueden ser la oportunidad de un despertar.
A veces la realidad puede dolernos tanto que inconscientemente creemos que si no la recibimos, dejará de existir. Pero sigue ahí, agravándose.