El abismo
Nos negamos a soltar lo que tenemos hasta tener garantizado lo que queremos. Pero la vida no funciona así y nos exige soltar sin tener certezas. Y ese momento es siempre un abismo.
Nos negamos a soltar lo que tenemos hasta tener garantizado lo que queremos. Pero la vida no funciona así y nos exige soltar sin tener certezas. Y ese momento es siempre un abismo.
¿Cuál es el verdadero éxito? ¿El que define la sociedad o el que definimos nosotros mismos?
Lo que realmente quiere nuestro corazón es simple y accesible. Pero la educación y la cultura nos alejan de nuestra verdad interior. Y toma muchos años sacarse de encima los falsos objetivos.
Competir por el afecto no tiene sentido. Es agotador, y aún si uno lo logra, en realidad obtiene reconocimiento, pero no afecto genuino. Y uno puede pasarse la vida tratando de subir la escalera que está apoyada en la pared equivocada. Es mejor averiguar quién es uno y dejarlo ser. Tratar de ser la persona que los demás admirarían no tiene sentido, no lleva a ningún lado.
Si lo único que importan son los resultados, va a haber que acostumbrarse a estar muy incómodo con uno mismo. Siempre exigido, siempre con una posible y catastrófica derrota a la vuelta de la esquina. Si le damos lugar a lo que somos, podremos descubrir muchas cosas interesantes, y crecer.
Cuando las ideas que tenemos, no coinciden con la realidad, los que sufrimos somos nosotros, nunca la realidad.
¿Qué te impide vivir como te gustaría? ¿Ser millonario? Por lo general, más que ayudarte te perjudica, distrayéndote de ver lo que tenes que ver de tu vida. Y animarte a hacerlo.
Durante un combate en la guerra de Vietnam, un soldado [...]
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