Nos pasamos la vida construyendo una imagen, para ser valorados, para no ser rechazados. Pero eso resulta cansador. Además, en el fondo, tenemos pánico que alguien se dé cuenta que eso es solo una fachada, una mentira, y que nuestra construcción se derrumbe como un castillo de naipes. No será mejor vivir en paz, tal como somos?
<iframe width=»320″ height=»202″ src=»https://www.youtube.com/embed/w1XjsjS6yj4″ title=»YouTube video player» frameborder=»0″ allow=»accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share» allowfullscreen></iframe>
Hola Juan…el año pasado escribí muy mal, triste. Me había separado por un mes y volví con mi marido pero no me sentía nada bien: la desconfianza, la falta de autoestima me rondaban de cerca. Hice terapia todo el año y mi marido por su parte también. Yo no tenía fe de que las personas cambian, pero ya llevo unos 6 meses en que vengo presenciando un cambio en él que no me lo creo. No digo que volvió a ser el que alguna vez fue y me enamoró, mejor aún, se convirtió en una mejor versión de sí. Me hace sentir amada en cada momento y sus proyectos son enteramente compartidos conmigo.
Sé que la vida es incierta y efímera. Por eso me propuse disfrutar y valorar lo que Dios me ofrece cada día, sin dejar de amarme a mi misma por supuesto.
Quería compartir esto porque me parece injusto solo alzar la voz en las malas.
Saludos
Que bueno Emma! Gracias por compartir! Que misterio la vida !