Tengo 41 años y de 20 años de matrimonio con un ser humano excelente con el que crecimos juntos y tenemos dos hijos adolescentes maravillosos.

A partir de la pandemia y el encierro me plantee lo monótona de mi vida y que necesitaba recuperar mi deseo como mujer bastante, muy debilitado en mi relación matrimonial.

conocí a un hombre 13 años mayor que yo, con una mirada de la vida mucho mas libre y apasionada, com quien llevamos 8meses como amantes.

El está separado y tiene tenencia compartida de una hija con parálisis cerebral.

Su capacidad y fortaleza me causan admiracion y amor.

Su pobre hija con tantos problemas se llevó puesto su matrimonio aunque el ama a su familia y cuida a todos y más a su hija, alternándose una semana con su ex esposa.

Está lleno de cualidades que me atraen: es divertido, sensual, buen padre, inteligente, respetuoso, interesado en saber como estoy, lo cual me hace sentir plena.

Mi marido también se beneficia porque yo me cuido mucho mas, estoy mas atractiva, mas femenina mas contenta….

Pero no puedo evitar sentir que estoy traicionando a mi familia por una necesidad egoista de vivir esta aventura….

me pregunto que es el amor y si renunciar a los propios deseos y seguir siendo una gris mujer fielmente casada como fui estos 20 años, o vivir este amor que tan bien nos hace a mi y a mi amante, que nos vemos la semana en que su hija queda al cuidado de su madre.

Yo siento que la vida nos puso para darle color y acariciarnos en nuestra falta con un Amor adulto y libre donde compartimos un mismo código y eso no es facil de renunciar ya que no es solo sexo lo que valoramos del otro.

Lo más raro de esta situación, es ver que con mi marido estamos mejor como pareja.

Esto de sentir algo de culpa y no querer lastimarlo hace que me tome todo con el cuidado de no estar en falta con él.

Hace que le preste atención, q sea más amorosa, y también al estar mejor conmigo lo transmito a todos los vínculos familiares. 

Siempre creí que el deseo no era tan necesario, que era de personas débiles y sin valores morales.

Además, mi pareja es una persona muy recta y dedicada a cuidar la familia.

Si bien con mi marido tenemos buen sexo, con mi amante siento el disfrute de ser celebrada en cada reencuentro y vivirlo con la intensidad de que pueda ser la ultima vez.

Eso en un matrimonio de 20 años no se puede recrear. 

Tiene la calma y la calidez del amor, pero necesito sentir la seducción e idealización que tal vez por casarme tan joven no pude experimentar, como así también por lo pragmático y poco romántico que es mi marido.

Hoy como mis hijos ya son más grandes, podría plantearme abrir la pareja, pero sé que sería imposible ya que mi marido es muy conservador y religioso. 

Pero a pesar de no cumplir con el acuerdo pactado cuando me casé a los 20, necesito experimentar a estos 40 y siento que encontré en mi amante la persona que cuida, comparte y respeta mi mirada con la altura necesaria.

A veces me siento una mala mujer, pero se que si yo no me hago cargo de mi deseo no sería ni la sombra de mujer que soy hoy.

He estado triste, casi al borde de la depresión, abandonada en mi imagen, y malhumorada con mi familia; hoy ellos disfrutan de mi en forma plena.

Y quiero que todo esto sea un comienzo para seguir deseando mucho más que un hombre: básicamente, muchos proyectos personales postergados.

Violeta