Un hombre se compró un perro.
Trabajaba todo el día así que lo veía por las noches y en el desayuno.
Era la empleada quien lo paseaba, le daba de comer, lo llevaba al veterinario.
El perro entendió bien a donde estaba el amor.
El que tenía más dificultades en comprenderlo y se enojaba con la realidad era el dueño.
FELICIDADES POR TAN EXTRAORDINARIOS MENSAJES, QUE NOS HACEN REFLEXIONAR. SOY UN DOCENTE DE LITERATURA EN MINATITLÁN VERACRUZ, MÉXICO Y NO PIERDO LA OPORTUNIDAD DE CONTAR ESTAS BELLAS HISTORIAS QUE NOS CUENTA SEÑOR TONELLI.
Muchísimas gracias José Alberto! Qué bueno que te gusten! Un abrazo grande
Muchísimas gracias José Alberto! Qué bueno que te gusten! Un abrazo grande