Después conocí a otro hombre con el que me casé y tuvimos nuestros hijos. Pero en mí corazón siempre estaba mi primer amor.

Pasados 20 años nos reencontramos en la calle. Sentí que volvía a la vida, y entre idas y vueltas comenzamos a vernos a escondidas.

Salía de casa, dejaba a mis hijos y me las ingeniaba para vernos día tras día mientras mí esposo trabajaba.

A los 8 meses todo salió a la luz y elegí defender a mi familia. Mi esposo puso todo su empeño y amor para que saliéramos adelante.

Aunque mi marido siempre me amó, la relación se fue deteriorando y unos años después me dejó.

Tampoco volví a saber de mi antiguo amor, que a esta altura creo que fue un capricho mío.

Tiempo después de que mi esposo se fuera de casa, llegaron miles de rumores de que siempre me había engañado con la que se le cruzaba, que se fue de casa porque ya tenía todo planeado, etc.

Todos estos años me he sentido culpable, creyendo que vivía con alguien diferente a los otros hombres. En realidad, parece que era uno más.

Siempre creía tener un esposo fiel, y que yo había sido una porquería de persona al engañarlo.

Igual, pienso que quizás yo merecía quedarme sola.