Tengo 28 años, 4 medios hermanos de parte de mi padre, y 4 hermanas del matrimonio de papá y mamá.
Entre mis 5 y mis 11 sufrí abusos sexuales por parte de uno de mis medios hermanos.
Tuve una infancia terrible. De los 10 a los 14 intenté suicidarme muchas veces. Iba a la iglesia para ver si encontraba paz. Nunca estuvo nadie de mi familia para acompañarme.
A los 14 años y estando en un internado de secundaria me animé hablar.
Le conté a mis padres y su reacción fue decirle a mi medio hermano que desapareciera por lo que hizo. Se fue a vivir a otra provincia y nunca más volvió.
Cuando cumplí 18 tomé mis cosas y me fui de casa para nunca más volver.
A los 22 fui madre de una hermosa niña producto de una relación de tres años. Fui muy feliz.
Hoy no tengo relación con mís padres porque mi madre expuso a mi hija enviando fotos con el violador y eso no se lo puedo perdonar.
Así que me alejé de ellos y rehice mi vida lejos de todos. No puedo perdonarlos. Estoy destruida aunque no se note. Es como que día a día los odio más.
Tengo una carga constante en mi mente que no me deja en paz.
Todo el mundo me juzga como la hija que no quiere a sus padres, sin saber la historia que hay detrás.
Y me duele un montón. Cuesta expresarlo porque quién arruinó mi vida vive tranquilo como si nada hubiera pasado.
Hoy no tengo relación con mi familia.
Luz
—
Hay historias de vida terribles. Así y todo se enfrentan al mismo dilema: perdonar o destruirse.
—
Si te parece que la historia puede aportar algo a otras personas, compartila.
Si queres contarme la tuya con fotos o sin ellas, escribime a jotateuno@gmail.com O en forma anónima ingresando en “contacto”.
La ilustración es de @whiterabbitarte
Deja tu comentario