el presidente, la amante y sus fantasmas

Por |2016-07-31T22:47:53-03:00julio 31st, 2016|Exigencia, perfeccionismo|

La competencia y la exigencia con nosotros mismos puede ser infinita. Niesztche decía que a los fantasmas había que darles la mano para que se convirtieran en duendes. Poder ver nuestros fantasmas es empezar a que dejen de condicionarnos.